Migrantes entre caimanes, el nuevo muro de Trump
- Cicuta Noticias
- hace 4 días
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Por Daniel Lee Vargas
El fiscal general de Florida, James Uthmeier, confirmó en X los primeros ingresos de migrantes al centro de reclusión bautizado por Donald Trump como ‘Alligator Alcatraz -
En las últimas horas, una coalición de más de 60 organizaciones de todo el estado y el país envió una carta a la alcaldesa (del condado de Miami-Dade) Daniella Levine-Cava y a la Junta de Comisionados del Condado de Miami-Dade instándolos a tomar medidas legales inmediatas para cerrar el campo de detención".
Esto ocurre justo cuando la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) de EU, informa sobre la temporada del Atlántico, que va del 1 de junio al 30 de noviembre, y que este año tendrá hasta 10 huracanes y 19 tormentas con nombre, por encima del promedio histórico. Ello ha generado preocupación entre los activistas firmantes. Seguro porque dicho centro al parecer no está preparado para los huracanes,
En paralelo podemos afirmar que esto marca el inicio de una nueva etapa donde Estados Unidos no solo deporta, sino que humilla y exhibe el sufrimiento como una advertencia. El denominado ‘Alligator Alcatraz’, fue levantado en apenas nueve días en el corazón de los Everglades de Florida, y es mucho más que un campo de reclusión: es la materialización de una política migratoria que ha dejado de ocultar su brutalidad.
No hay transparencia. No hay cifras oficiales sobre las nacionalidades de los primeros detenidos. No sabemos cuántos migrantes mexicanos están ahí. No sabemos cuántos tendrán acceso a un abogado. No sabemos si podrán ver a sus familias. Lo que sí sabemos es que mientras los migrantes dormían bajo carpas inundadas, mientras las organizaciones civiles exigían el cierre inmediato del centro, mientras expertos alertaban sobre la ubicación en un ecosistema vulnerable en plena temporada de huracanes, el presidente Donald Trump y el gobernador Ron DeSantis se reían y vendían camisetas con caimanes como si todo esto fuera un espectáculo.
El gobierno de Florida y las agencias federales no solo están jugando con vidas humanas, están usando el dolor como mercancía electoral y el miedo como política pública. La migración ha sido despojada de su dimensión humana para convertirse en un negocio, un eslogan, un souvenir.
El mensaje es claro: "cruzar a Estados Unidos ya no solo implica enfrentar a la Patrulla Fronteriza, ahora implica ser arrojado en una prisión improvisada rodeada de caimanes y pantanos". No es casualidad que desde el nombre —‘Alligator Alcatraz’— hasta la propaganda oficial, todo haya sido cuidadosamente diseñado para deshumanizar a las personas migrantes y convertirlas en enemigos públicos.
Este centro de detención no es solo una vergüenza para Estados Unidos. Es una amenaza internacional. Es un modelo que si no es denunciado y frenado puede replicarse en otras fronteras del mundo: instalaciones masivas, sin garantías legales, ubicadas en zonas remotas e insalubres donde el acceso a la justicia y a los derechos básicos se vuelve casi imposible.
La indiferencia frente a este tipo de centros abre la puerta a la institucionalización de la crueldad como herramienta migratoria. Y lo más alarmante es que el gobierno de Estados Unidos, lejos de ocultarlo, lo celebra.
No hay excusa. No hay justificación. Las vidas humanas no son mercancía política ni accesorios turísticos. Lo que hoy se presenta como un centro disuasorio es, en realidad, un monumento a la deshumanización.
La comunidad internacional, los organismos multilaterales y los gobiernos de los países expulsores, incluido México, deben exigir de inmediato el cierre de ‘Alligator Alcatraz’ y garantías plenas para los derechos de las personas migrantes detenidas.
Guardar silencio ante esta aberración es volverse cómplice de una de las expresiones más grotescas de violencia institucional en tiempos recientes.
La tibia respuesta de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, no ofrece nada nuevo, mientras que en otras instancias como la legislativa poco importa. Lo sabemos, y lo sabemos desde ahora, que para el siguiente periodo ordinario, diputados priorizan en su agenda las cuatro leyes secundarias de la reforma judicial pendientes, la reforma electoral y la jornada de 40 horas. ¿Y los paisanos en EU qué?
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