Sheinbaum Timorata

Jaime Flores Martínez

Miércoles 12 de noviembre del 2025.- Calificada por alguno de sus detractores como “timorata” la presidenta de México Claudia Sheinbaum atraviesa por momentos tan críticos que incluso hasta ha pensado “tirar la toalla”.

Y es que hasta el más ingenuo alcanza a observar que la mandataria está tan acorralada que hasta se atreve a subrayar incoherencias que le generan calificativos como “timorata”.

Si acaso alguien ignora el significado de este adjetivo, el escribiente habrá de señalar que se dice de “una persona que se escandaliza de algo que cree no corresponde a la moral”. Además, ese adjetivo también se aplica a las personas “encogidas” o “tímidas”, chiquitas, pues.

Y es que en la mañanera del miércoles 5, la presidenta Sheinbaum señaló que regresar a la guerra contra el narco “no es opción”. Dijo que sería como tener permiso para matar.

Agregó que desatar la guerra contra el narcotráfico sería estar fuera de la ley. Sería ubicarnos donde “no haya estado de derecho y donde todo es extrajudicial”.

Vaya que las palabras de Sheinbaum generaron una indignación prácticamente generalizada, pues muchos se preguntaron si acaso el mozalbete que asesinó al alcalde de Uruapan Carlos Manzo Rodríguez respeto ese “estado de derecho”.

Ese día Pedro Ferriz Híjar insultó hasta el cansancio a la presidenta al decirle —palabras más, palabras menos— que su obligación como presidenta es garantizar la seguridad de los mexicanos.

Al escuchar las palabras de la presidenta, muchos ciudadanos se quedan con la impresión que en lugar de defender a “la gente de bien”, ella vela por la integridad de los delincuentes.

Para conocimiento de la generalidad, la señora Sheinbaum se encuentra atrapada en enredados conflictos que los ciudadanos comunes ni siquiera pueden imaginarse.

Los conflictos se le acumulan a cada instante y en este momento su campo de acción es prácticamente nulo.

Tantísimos problemas tiene en el país y sin embargo la impresión de muchos es que su prioridad es atender las indicaciones de su antecesor. Si no es capaz de librarse de ese lastre, difícilmente podrá la presidenta resolver la cuarta parte de los problemas que tiene enfrente.

Habrá que subrayar que la ejecución del alcalde de Uruapan la tarde-noche del primer día de este mes, llegó como un soplete encendido para la presidenta.

Si como es entendible la señora Sheinbaum duerme poco, seguramente duerme menos desde el primero de noviembre.

Para algunos ciudadanos comunes que utilizan las redes sociales para ventilar su sentir, fue la señora Sheinbaum la que mandó asesinar a Manzo.

Esos cuantos no reparan que difícilmente Sheinbaum haría eso porque sería tanto como perder “un popote” que utiliza para respirar.

Sobre esta visión, recientemente una editorial neoleonesa deslizó que “la nomenclatura de MORENA” pudiera estar detrás de la ejecución de Manzo, aunque con la intención de perjudicar a Sheinbaum como es el caso.

Muchos tienen la impresión que existe la consigna de “reventar” a Sheinbaum porque simplemente ha sido incapaz de actuar conforme se lo dicta su antecesor.

Si ella tuviera las manos libres, seguramente el senador de MORENA Adán Augusto López Hernández y la pandilla de rufianes que aglutina ya estarían en la cárcel (incluido al menos uno de los hijos de AMLO)

Tal “nomenclatura” ya tiene al borde del despeñadero a Claudia Sheinbaum y está tan desesperada que, aseguran los que saben, está a punto de “tirar la toalla”.