Cicuta News - Opinión - 04/05/2020
Por: Eduardo Macías
Nueva generación de ratas
Los saludo con afecto desde la prisión domiciliaria donde los ya tocados logramos un posgrado en lurias mientras los buenos y sanos ya empezaron a enloquecer. Y dado el peligroso caso, para evitar el coronavirus del coco, de la mente pues, nada de pericos sagrados, pues decidí volverme muy positivo, ya no ejercería la crítica política, aguantaría vara y hasta me valdría gorro lo que hiciera el destroyer de Palacio…
El porvenir sería maravillosos porque, como rezan los apóstoles motivadores, el futuro está en tus manos y manos lavadas a la obra, me dije. Me clavé en un vídeo que apunta: me enojaba que no tenía zapatos/dejé de hacerlo cuando vi que alguien no tenía pies. Chalé dije, así de filosófico y expresivo: chále, ¿si tengo patas pa’qué quiero chanclas? Así de positivos seguimos…
Y apareció Puerto Marqués que regala pescaditos y hasta se viste de azul pintado de azul por las noches… Dios y la mar son azules dijeron algunos panistas… ¡No manchen! La virgen Morena los puede castigar y en una de esas hasta les revive a las ratotas tricolores...
Decidido a todo, necio como ya saben quién, me valían lo mismo los amlofóbicos o fifís que los amlovers o chairos, categorías en que el florero mayor dividió a México. Pero hay preguntas: ¿La esposa del chairo es la chaira? Házme favor…
Nada bajó mi optimismo, ni las infumables cinco horas diarias de propaganda chaira. Vomité pero aguanté. Vi al pinocho López Gatell seguir con su engañifa protectora de la transa sanitaria y hasta la criminalización de los deudos que entraron por fuerza al hospital de Ecatepec. No hay dope.
Vi a la señora presidenta tirarles un cuento a los niños en su día como si no tuvieran suficiente con los cuentotes de su marido. ¿Y por qué no hemos visto a esta señora en hospitales y repartiendo ayuda a marginados? ¿Acaso todo lo debe hacer el narco?
Aguanté que Amlo sembrara arbolitos tropicales en Palacio en plena contingencia. ¿Porqué mejor no sembrar mota? ¿Una buena cola de borrego o Golden Acapulco?
Así, sin tanto rollo, luego de jalarle al chanchomon vería volar a sus queridos elefantes blancos y hasta cambiarles de color: verde, blanco y rojo para desfilar el 16 de septiembre…¡¡sacarráca!!
Aguanté que Pemex pierda casi un billón de pesos, billón con b de burro o de buey, esto es, cerca de 400 aviones presidenciales a la basura. No hay tos. También aguanté que los mexicanos pagaremos 125 mil millones de pesos de indemnización por la cervecera de Mexicali y el aeropuerto de Texcoco. Va.
Apechugué que el Peje, previsor como es, cambie la ley presupuestal para manejar la lana a su antojo todo el sexenio, sin importar lo que suceda en el 2021 en la Cámara de Diputados.
Pero lo que ya no aguanté, en donde en verdad exploté, fue por la bienvenida que dio la 4T a la nueva generación de ratas del poder político.
Los cachorros de la corrupción irrumpieron en plena pandemia. ¡Atásquense que hay lodo! Es la consigna.
Allí está León, el hijo de Manuel Bartlett, beneficiado con millonarios contratos sin licitación para respiradores mecánicos que le vendió al gobierno a precio de oro.
El mundo está paralizado por el coronavirus y ellos robando a lo que dan. No tienen madre.
Desperté de mi sueño optimista. La realidad nos volvió a la realidad y sólo aspiro a poder gritar con fuerza un día y en libertad: ¡que se vayan todos! Jijos de toda su… pin floyd…
Y hasta la próxima sean felices muy felices, recordando la definición optimista de democracia que dice que es: el arte del servicio a los demás; y la negativa: el arte de engañar al pueblo. ¿Con cuál de las dos se queda usted para México?
Eduardo Macias es periodista de carrera egresado por la UNAM, reportero de investigación, editor, doctorando en Ciencia Política por el IIDE y Doctor en Derecho por el INADEJ. Ha recibido tres veces el Premio Nacional de Periodismo. Es docente en las tres disciplinas.
