Incapacidad en CONAGUA; crisis en puerta

Jaime Flores Martínez

Jueves 25 de septiembre del 2025.- Aunque la presidenta Claudia Sheinbaum lo minimizó esta mañana, la realidad indica que la evidente incapacidad del director general del Organismo Cuenca Península de Baja California dé CONAGUA Manuel Guerrero Luna pone en riesgo la inversión proyectada para la rehabilitación de la infraestructura.

Para que quede más claro, el desconocimiento de Manuel Guerrero puede resultar en el desprecio del dinero destinado a la rehabilitación de los canales que conducen el agua de Mexicali a la zona costa de Baja California, es decir, el abastecimiento para unos 2 millones de personas.

Mientras la presidenta rebatió a la periodista mexicalense Rosa León, quien le preguntó si la displicencia de unos 47 agricultores pertenecientes al Distrito de Riego número 014 se debía a “la falta de oficio político”, la mandataria respingo al argumentar que “ahí ha estado el director de CONAGUA”.

Desde luego que Claudia Sheinbaum se refería al director general de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) Efraín Morales López, un experto en temas del agua.

En innumerables ocasiones Morales “ha sacado la cara” ante la manifiesta incapacidad de su subalterno Manuel Guerrero, quien conoce el agua solamente porque en su infancia le exigían que se bañara.

Debido a su falta de liderazgo y conocimiento técnico para negociar la adhesión al plan hídrico, todo el Estado de Baja California puede quedarse sin agua.

Manuel Guerrero es tan inútil en lo referente a temas del agua, que sus críticos dicen que su tiempo lo dedica a presumir sus “conexiones políticas” en redes sociales en lugar de gestionar la incorporación de esos 47 agricultores que rechazan integrarse al Plan Hídrico.

Dicen que, en lugar de empaparse de las necesidades de agua de los habitantes de Baja California, el señor Guerrero aprovechó sus influencias para “jubilar por enfermedad” a su joven esposa que presume sus constantes viajes y presume una vida acomodada, aunque sobre todo sana.

Hay quien dice que luego de estar desempleado luego de ser dirigente de burócratas y despachar como legislador, su nombramiento como titular del Organismo Cuenca Peninsular de Baja California de CONAGUA se le atribuye a  Carlos Torres Torres, esposo de la gobernadora, con la aparente intención de facilitar permisos para desaladoras.

Guerrero es tan desconocedor de los temas relacionados con su encargo en CONAGUA que permanentemente es obstaculizado por su propio personal.

Si acaso alguien desconoce detalles sobre el llamado Plan Hídrico, habrá que señalar que se busca obtener volúmenes de agua, a nivel nacional, para reducir la sobreexplotación de acuíferos.

En Baja California se propuso que los agricultores redujeran en un 14 por ciento su volumen de consumo de agua, conocido también como “descanso de tierras”.

Dicha intención surge de una coordinación con el país del norte y tiene como finalidad mantener el nivel de la presa en Estados Unidos (conocida como "presa Parques") y evitar recortes de agua estipulados en un tratado internacional si el nivel baja de cierto punto.

Para aquellos que lo ignoran el distrito 014 de Mexicali es el más grande de la entidad y el tercero más importante de México.

Comprende unas 208 mil hectáreas de riego y cuenta con aproximadamente 14 mil 800 usuarios, es decir, agricultores.

En resumen, la ausencia de liderazgo, capacidad, conocimiento técnico de Manuel Guerrero (y su obvia apatía para negociar con los usuarios de ese distrito de riego), pone en riesgo la inversión proyectada para la rehabilitación de la infraestructura que es de “miles de millones de pesos" destinados a la modernización de la infraestructura hidroagrícola.

Habrá que precisar que esa inversión provendría de un convenio existente entre México y Estados Unidos.

Trascendió que es una bolsa de 60 millones de dólares ofrecida por Estados Unidos para el "descanso de tierras", aunque el gobierno federal mexicano aportaría casi el doble de ese monto, aunque parece que la evidente incapacidad de Guerrero podría resultar en una crisis hídrica sin precedentes en Baja California.