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Ya basta: México exige autoridad, no excusas

  • Foto del escritor: Cicuta Noticias
    Cicuta Noticias
  • hace 1 día
  • 2 Min. de lectura

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Por Dr. Juan Raúl Gil Frías

UNAM

Dra. Claudia Sheinbaum Pardo

Presidenta Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos.

México atraviesa un momento límite. Un punto en el que la paciencia ciudadana se agotó y donde la tibieza gubernamental ya no es solo preocupante: es peligrosa.

Durante años hemos observado un deterioro progresivo del orden público, donde pequeños grupos radicales —que se escudan en causas legítimas o en supuestos movimientos sociales— actúan con total libertad para bloquear, agredir, destruir y paralizar ciudades enteras.

Mientras tanto, las autoridades miran, registran, dialogan… y no actúan.

Hoy, la impunidad es parte del paisaje nacional.

Los ciudadanos honrados estamos cansados de ver cómo:

se permiten bloqueos que perjudican a millones;

grupos violentos destruyen comercios y monumentos sin enfrentar consecuencias;

colectivos radicalizados convierten marchas legítimas en escenarios de vandalismo;

el crimen organizado avanza mientras la autoridad retrocede;

las corporaciones policiacas trabajan debilitadas, infiltradas o sin respaldo.

Presidenta: este país no puede seguir así.

La sociedad mexicana ya no tolera la narrativa del “diálogo infinito” con quienes no respetan la ley.

Y tampoco acepta la vieja consigna de “abrazos, no balazos” que, en los hechos, dejó a los ciudadanos completamente solos frente a la violencia.

México necesita lo que cualquier nación funcional exige:

autoridad real, aplicación estricta de la ley y un gobierno que proteja a sus ciudadanos, no que justifique a quienes los agreden.

Se lo digo con firmeza y respeto:

La ausencia de acción se está traduciendo en pérdida de respeto internacional, desconfianza interna y una profunda sensación de abandono social.

El país exige un golpe de timón.

Un Estado que actúe.

Un gobierno que haga valer su investidura.

Una Presidenta que ejerza liderazgo, no que administre inercias heredadas ni que tolere el desorden como si fuera inevitable.

La historia no espera.

Este es el momento exacto en que su nombre puede quedar marcado como una dirigente valiente…

o como una observadora pasiva mientras México se desmorona entre violencia, impunidad y cinismo.

Ya basta.

Es hora de gobernar con autoridad, firmeza y justicia.

No más excusas.

No más evasivas.

No más permisividad disfrazada de prudencia.

México lo exige.

El futuro lo demanda.

La ciudadanía —la que trabaja, la que construye, la que respeta la ley— ya no va a callar.


Dr. Juan Raúl Gil Frías

UNAM

 
 
 

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