Tecnología en la exploración oceánica: Descubriendo los secretos de las profundidades marinas
- Cicuta Noticias

- 15 oct
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Por Víctor M Aviña Alva
Tijuana BC 16 de octubre de 2025.- Si te dijeran que conocemos menos sobre las profundidades de nuestros océanos que sobre la superficie de Marte, te sorprenderías. El océano cubre más del 70% de nuestro planeta, y sin embargo, se estima que más del 80% de él sigue sin ser explorado (Fuente: NOAA, National Oceanic and Atmospheric Administration, 2024). Las profundidades marinas son un misterio, un ecosistema vasto y oscuro que alberga formas de vida únicas, recursos naturales invaluables y claves para entender el clima de nuestro planeta.
Explorar este mundo subacuático es increíblemente difícil debido a la presión extrema, la oscuridad total y la inmensidad del espacio. Pero, gracias a los avances en la robótica, la inteligencia artificial (IA) y los sensores de alta tecnología, estamos comenzando a desvelar los secretos que se esconden bajo las olas. La tecnología se ha convertido en la llave maestra para abrir las puertas de las profundidades marinas. Hoy vamos a sumergirnos en las innovaciones que están haciendo posible esta nueva era de exploración.
Robótica: Los ojos y manos en el abismo
Los submarinos tripulados tienen límites de profundidad y tiempo. Por eso, la mayor parte de la exploración moderna se realiza con vehículos robóticos que no se cansan y no se ven afectados por la presión.
● Vehículos operados a distancia (ROVs): Estos son esencialmente submarinos no tripulados controlados por un piloto desde un barco en la superficie a través de un cable. Los ROVs están equipados con luces potentes, cámaras de alta definición y brazos robóticos que pueden tomar muestras biológicas y geológicas con precisión quirúrgica. Son esenciales para el mapeo de fondos marinos y para la inspección de infraestructuras submarinas.
● Vehículos submarinos autónomos (AUVs): Los AUVs son aún más avanzados. No necesitan un cable para operar, lo que les da una libertad de movimiento impresionante. Pueden programarse para seguir rutas predefinidas, recolectar datos a lo largo de kilómetros de océano y regresar de forma autónoma a la superficie. Su capacidad para trabajar durante días o semanas sin intervención humana está acelerando la cartografía de las zonas inexploradas.
Inteligencia artificial y grandes datos
La robótica genera una cantidad de datos inmensa: miles de horas de video, millones de puntos de datos de sonar y lecturas de sensores químicos. Procesar esta información de forma manual sería imposible. Aquí es donde la IA se vuelve indispensable.
● Mapeo más rápido: La IA analiza rápidamente los datos del sonar recopilados por los AUVs para generar mapas del fondo marino con un detalle sin precedentes, identificando características geológicas como volcanes submarinos y trincheras.
● Identificación de especies: Los algoritmos de aprendizaje automático (machine learning) están entrenados para reconocer especies marinas a partir de grabaciones de video y audio (hidrófonos). Esto permite a los científicos monitorear poblaciones de peces, ballenas y otras especies con mucha más eficiencia, lo que es vital para los esfuerzos de conservación.
● Sensores de nueva generación: Se están desarrollando pequeños sensores que, conectados a la Internet de las Cosas (IoT), pueden monitorear el PH del agua, la temperatura y la salinidad a lo largo de vastas áreas, dándonos una imagen clara de cómo el cambio climático y la acidificación están afectando a los océanos.
El valor del mercado de la tecnología oceánica y la llamada "economía azul" está creciendo rápidamente. Un informe de la OCDE estima que el valor de los océanos, en términos de valor económico, podría superar los 3 billones de dólares para el año 2030 (Fuente: OCDE, "The Ocean Economy in 2030", 2016), lo que subraya la importancia de invertir en su conocimiento.
Finalizando: Un futuro azul y de conocimiento
La tecnología de exploración oceánica no sólo nos permite satisfacer nuestra curiosidad, sino que es vital para la supervivencia del planeta. Las profundidades marinas contienen organismos que podrían ser la fuente de nuevos medicamentos y son cruciales para el ciclo global del carbono.
Gracias a los robots autónomos y a la inteligencia artificial, estamos entrando en una era dorada de la oceanografía. Esta tecnología nos está dando la visión y el conocimiento necesarios para proteger el recurso más importante de la Tierra antes de que sea demasiado tarde. El futuro es azul, y la tecnología está ahí para ayudarnos a entenderlo.










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