Luis Donaldo Colosio Murrieta, Mito herencia o ¿silencio persistente?

Juan Raúl Gil Frías

Tijuana BC, 06 de agosto 2025.- Después de 30 años del asesinato, - que no magnicidio-, en Tijuana colonia Lomas Taurinas, la figura de Luis Donaldo Colosio permanece en la conciencia colectiva nacional, como un emblema de ruptura, esperanza y tragedia.  Pero, ¿quién decide que recordemos y que olvidemos?

Veo un México con hambre y sed de justicia. Colosio no fue únicamente el candidato que soñó con un México mejor y más justo. Fue víctima de un entramado político que, hasta hoy se revisa a transparentar. El famoso discurso en el monumento a la revolución, no sólo fue histórico; fue un parte aguas que incomodó estructuras intocables, dicha incomodidad continúa vigente.

El culto mediático que se ha tejido en torno a su nombre oscila entre la idealización y la manipulación.  Documentales, homenajes y biografías convierten a su imagen en un símbolo, pero evitan profundizar en las fracturas políticas que lo rodearon. El mito sustituye el análisis.

Hoy, su legado interpela al México actual:  un país que lucha entre el cambio y la simulación. La memoria de Colosio no debe usarse como ornamento electoral, sino como lente critica pata comprender lo que no hemos podido transformar.

Que recordar a Colosio sea un acto reflexivo, no una repetición vacía. Que el silencio que lo rodea se rompa de una vez por todas, con preguntas incómodas, con demandas verdaderas y con la convicción de que la historia no se honra desde la nostalgia, sino desde la acción puramente ética.