Los jilgueros de Ramírez Cuevas

Jaime Flores Martínez

Sábado 7 de junio del 2025.- Obsesionado con el cumplimiento de las instrucciones de Andrés Manuel López Obrador, el actual coordinador de asesores de la presidenta Claudia Sheinbaum parece dispuesto a “meterle el pie” en lugar de ayudarle.

Muy pocos saben que Ramírez Cuevas, quien se desempeñó como el vocero de López Obrador durante su mandato presidencial y ahora, desde la coordinación de asesores de la presidencia, se dedica a tejer intrigas y a “meterle el pie” a la presidenta a través de filtraciones que obtiene de su ejército de incondicionales que distribuyó en la mayoría de las secretarías de Estado.

Cicuta referirá que Ramírez Cuevas se encargó de deslizar que, por la incertidumbre que generó a inversionistas estadounidenses el evidente fracaso de la elección judicial, un ejército de acaudalados gringos le cancelaron a Sheinbaum una inversión estimada en los 400 mil millones de dólares.

¡Un mundo de dinero!

El pasado miércoles Cicuta aludió que Sheinbaum sería la principal víctima de una “ implosión” pues está claro que el enemigo está dentro.

Ya el columnista destacó que Sheinbaum tenía planeado anunciar con estruendo, el próximo mes, la multimillonaria inversión que aliviaría en los hechos los actuales problemas financieros del país.

Parte de ese dinero (que ya no llegará) sería destinando a resolver la gigantesca deuda que arrastra Petróleos Mexicanos (Pemex) y se dejaría de utilizar las reservas del Banco de México.

Efectivamente, fueron jilgueros de Ramírez Cuevas los que filtraron que las finanzas del gobierno estaban secas y que para resolver los problemas del gasto corriente se echó mano del dinero que el Banco de México (Banxico) tiene guardado.

También filtró que el gobierno de Sheinbaum había utilizado el último recurso financiero del gobierno en la elección judicial del pasado día primero.

Durante las últimas horas el ex vocero de AMLO se ha revuelto para saber qué acuerdan los estrategas de Sheinbaum para salir del hoyo luego de la cancelación de la importantísima inversión estadunidense.

Sépase que a Ramírez Cuevas le descubrieron a uno de sus jilgueros, lo corrieron, y, claro, se quedó sin una oreja.