
Jaime Flores Martínez
Jueves 23 de enero del 2025.- Acorralada porque el presidente estadunidense Donald Trump comenzó a cumplir sus advertencias, la presidenta de México seguramente analiza la posibilidad de integrar a su gabinete a personajes harto repudiados por quienes integran la cuarta transformación.
Para que mejor se entienda Claudia Sheinbaum sabe que al tener el tiempo encima — y al monstruo de Trump sobre ella— buscará convencer a quienes demostraron su talento negociador durante el primer gobierno de Donald Trump.
Y es que el presidente norteamericano marcó un plazo fatídico para que México presente planes creíbles en materia de migración, combate al narcotráfico y una estrategia concreta para abatir el tráfico de fentanilo.
La presión para Sheinbaum es mayúscula porque Trump ya advirtió que esos planes deben ser entregados antes del primero de febrero pues, de otra manera, en esa fecha entrará en vigor la aplicación del 25 por ciento de aranceles.
Aquellos que alzan la mirada, advierten que el escenario luce terrible.
El problema más grave es que mientras el reloj avanza, pareciera que se reducen las alternativas que tiene la presidenta para cumplir con las exigencias de Trump.
El actual panorama de Sheinbaum está tan estrecho que no observa otra alternativa que echar mano de personajes harto criticados por integrantes de la Cuarta Transformación.
Claudia Sheinbaum seguramente analiza la posibilidad de nombrar al ex canciller Luis Videgaray Caso como negociador en la exigida renegociación del TEMEC este año.
Si alguien se pregunta “por qué” Videgaray, la respuesta es que el ex canciller del gobierno del priista Enrique Peña Nieto, es amplísimo conocedor de los personajes que integran la mesa de negociaciones que representan a Trump.
Videgaray interpreta las reacciones de sus similares y entiende que ellos responden más a la lealtad hacia Trump que a sus capacidades.
El pasado miércoles ellos responden periódico el Financiero publicó una entrevista a Idelfonso Guajardo, quien participó en la negociación del TEMEC durante la primera gestión de Trump como presidente.
Guajardo fue el secretario de economía de Peña Nieto y pieza clave en los acuerdos comerciales alcanzados.
La entrevista aludida por Cicuta deja saber que Guajardo “le dio un tip” a Claudia Sheinbaum al precisarle que en la mesa de negociación deberá utilizar “un policía malo”.
La interpretación es que necesita enviar a un personaje que asuma el papel de “lobo” que no se amedrente ante las advertencias.
También deberá enviar a otro personaje con características de conciliador para lograr el tan necesario equilibrio.
El neoleonés Guajardo conoce al dedillo los subterfugios de la negociación con los norteamericanos y sabe perfectamente que Sheinbaum no cuenta con los perfiles que se requieren.
Para la mayoría está claro que el embajador de México en Estados Unidos Esteban Moctezuma ha mantenido la cabeza enterrada en espera que la presidenta Sheinbaum nombré a su sucesor.
Ildefonso Guajardo hace recomendaciones a Sheinbaum y para algunos esto esconde serias advertencias.
Quienes leyeron esa entrevista se atreven a especular sobre la decisión que tomaría Sheinbaum, pues pareciera que Guajardo y Videgaray (o ambos) serían las alternativas más viables para salir del brete.
También se menciona a Jesús Seade (actual embajador) un personaje que cumplió un papel clave en la estructura del TEMEC en la primera etapa.
Un analista recién consultado, considera que Sheinbaum escucha con atención los consejos de Bernardo Gómez vicepresidente del consorcio Televisa, un personaje que debió meterse en el ánimo de Donald Trump.
No parece gratuito que Bernardo Gómez haya estado presente en el Capitolio en la toma de posesión de Trump.
Gómez ya se desempeña como “enlace” entre Trump y Sheinbaum, lo que fortalece la teoría que personajes ligados al ex presidente priista Enrique Peña Nieto sean convencidos por Sheinbaum para que apaguen el monstruoso incendio llamado Donald Trump.
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