Jaime Flores Martínez
Martes 14 de enero del 2025.-De qué demonios sirve que sean más de 700 soldados enviados a Sinaloa si sigue imparable la guerra entre facciones del narcotráfico.
Según cifras oficiales han sido 70 las ejecuciones registradas en Culiacán y sus inmediaciones durante los primeros 14 días del año.
Mientras arrecian las versiones que subrayan que el gobierno del entrante presidente de Estados Unidos Donald Trump enviará “cuerpos de élite” para combatir a los narcos, pareciera que los protagonistas de esa guerra interna se apresuran a salir victoriosos.
A mediados del pasado mes se cacareó el recorrido que hicieron por Culiacán el secretario de Seguridad Ciudadana Omar García Harfuch y el secretario de la Defensa Ricardo Trevilla Trejo.
El mensaje que intentaron mandar fue que los narcos temblaban de miedo, aunque en realidad deben ser sonoras sus carcajadas.
Los soldados desplegados no son capaces de frenar las ejecuciones, las balaceras, los secuestros y las irrupciones en casas e inmuebles de la ciudad y de municipios aledaños.
El gobierno debe saber que los sinaloenses están convencidos que el espectacular despliegue de seguridad sirve para maldita la cosa.
O los militares están de acuerdo con los delincuentes o de plano son unos inútiles.
Los hechos hablan.
Comments