Redacción Tijuana.- Los ayuntamientos de Rosarito y Ensenada avanzaron -en respectivas sesiones de cabildo celebradas el viernes, primer día de gobierno-, avanzar en el proceso de transferencia del manejo, operación y disposición de agua potable y residuales. Los respectivos presidentes municipales, Araceli Brown Figueredo y Armando Ayala Robles, habían mencionado previamente y por separado su respaldo al proceso de municipalización impulsado por el gobernador, Jaime Bonilla Valdez, y en la sesión del inicio de sus nuevos periodos al frente de ambas comunas, ratificaron su postura.
José Luis Alcalá Murillo, secretario fedatario del noveno ayuntamiento de Playas de Rosarito, certificó un punto de acuerdo para que el cabildo le dé la autorización de llevar a cabo las gestiones necesarias para la recepción de las atribuciones relacionadas con el recurso hídrico; la iniciativa de la alcaldesa Araceli Brown fue votada por mayoría de ediles. El acuerdo implica que al margen de las controversias de inconstitucionalidad promovidas por ex ediles y ex síndicos contra el decreto 289 para la transferencia de manejo del agua, el Ayuntamiento solicite al gobierno del estado, encabezado por Jaime Bonilla Valdez, que se le transfieran las facultades para el manejo del agua. Por su cuenta, el cabildo de Ensenada decidió ratificar la recepción que ya se había realizado y publicado en el Periódico Oficial del Estado. Como se recordará, en Tijuana ya se había publicado la transferencia en el Periódico Oficial del Estado, con base en un acuerdo del cabildo de 2013, pero el 30 de septiembre -el último día de la administración municipal pasada-, el entonces alcalde Arturo González Cruz -quien había logrado que el Congreso local le restituyera el cargo derogando una licencia permanente-, revirtió la medida al votar en contra de manera unánime en el cabildo, por parte de los 12 regidores presentes, y la transferencia quedó sin efecto.
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