Regional
Tijuana.- El obispo emérito de Chilpancingo, Salvador Rangel, no presentará ninguna denuncia tras su desaparición reportada el pasado 27 de abril y su ingreso al hospital, 36 horas más tarde, dopado con distintas sustancias, entre ellas cocaína y benzodiazepina.
El prelado publicó un comunicado en el que anuncia su decisión tras "haber hecho oración, meditado profundamente y de haber consultado con mis seres queridos". En el documento, compartido en sus redes sociales, afirma que "siguiendo los principios evangélicos de nuestro señor Jesucristo (...) con todo mi corazón perdono a todas las personas que me han hecho daño por los hechos de los que he sido víctima, así como a aquellos que me han revictimizado producto de la desinformación".
De esa manera, el jerarca católico se refiere a las declaraciones del titular de la Comisión Estatal de Seguridad Pública de Morelos, Antonio Ortiz, quien aseguró que la desaparición de Rangel Mendoza ocurrió luego de que el obispo ingresara de forma voluntaria a un hotel acompañado de un hombre.
"Agradezco infinitamente a todas las autoridades, tanto legales como eclesiásticas, que han colaborado en este caso, y de manera muy especial al mtro. Luis Gasca, quien ha sido mi abogado”, añade el comunicado.
Comentarios