Cicuta
Jaime Flores Martínez
Lugarteniente
Decidido a compensar sus incapacidades profesionales con esfuerzos físicos en la alcoba, el secretario general de gobierno de Tijuana Jorge Salazar Miramontes se acerca peligrosamente al despeñadero.
En otras palabras, bien podría decirse que lo inútil de su desempeño como secretario, quiere minimizarlo con rendimientos carnales.
La noche del pasado lunes estalló un escándalo donde el protagonista visible es precisamente Jorge Salazar Miramontes.
Dos días antes fue arrestado su secretario particular José Gabriel Sánchez Farfán, quien conducía una camioneta con “estrobos” y luces policiacas.
Los agentes localizaron más de 200 mil pesos en efectivo y descubrieron que en su teléfono celular sostuvo una conversación escrita donde asegura que tiene “20 kilos de mota”.
El asunto es que Sánchez Farfán se identificó como secretario particular del secretario de gobierno Jorge Salazar Miramontes.
Sépase que Sánchez Farfán es el máximo “lugarteniente“ de Salazar desde hace varios años.
Salazar “jaló” a Sánchez Farfán a trabajar en el Congreso del Estado (en la pasada legislatura).
Antes de ser secretario general de gobierno, Salazar Miramontes cobraba como administrador, pero también como asesor de la diputada (hoy alcaldesa) Monserrat Caballero Ramírez.
Desde inicios de la pasada legislatura, Salazar integró a su amigo Sánchez Farfán a quien conoció en su juventud de barriada.
Buenísimo para la práctica de la transa, Sánchez Farfán sirvió a la perfección para cubrir las necesidades de su amiguísimo Jorge Salazar a quien de cariño le dice “cara de piña”.
Desde que Monserrat Caballero ganó la alcaldía de Tijuana, Salazar cacareó que sería secretario general de gobierno y debió prometer a Sánchez Farfán que se encargaría de conducir la carretilla del dinero.
Apenas inició el gobierno, Sánchez Farfán se deslizó en las catacumbas y contactó con su pariente Germán Sánchez, un panista conocido como “el cuchillo” que en el pasado se encargó de trasladar el dinero que le ordenaba el secretario de Planeación y Finanzas del Gobierno de Baja California Antonio Valladolid Rodríguez.
Con estos antecedentes bien se puede suponer que Sánchez Farfán es el “recaudador” oficial del secretario Salazar.
Al ser aprehendido el sábado, Sánchez Farfán pudo relajarse pues su amigo Jorge le habría dicho que librarían cualquier asunto legal pues tenían “la fiscalía de su lado”.
De regreso al tema de “la alcoba”, Salazar se asume como “un incansable tigre” que le garantiza que pasen por alto sus yerros.
Alguien debe decir que dos horas después de estallado el escándalo, la alcaldesa Monserrat Caballero se reunió con el fiscal del estado Guillermo Ruiz Hernández.
Allí presente estaba Jorge Salazar y desde luego que el tema central era el caso Farfán, quien aparentemente alcanzó su libertad el martes, aunque esa misma tarde pudo ser re aprehendido.
En conclusión, Gabriel Sánchez Farfán es “el operador” de las transas que ordena Salazar Miramontes.
Jorge Salazar tiene la certeza que los recursos carnales que utiliza, son garantía para que la alcaldesa Monserrat Caballero pase por alto su incapacidad y sus yerros.
Ah
Por cierto, este joven José Gabriel Sánchez Farfán es empleado de base en el Congreso del Estado con un salario de 60 mil pesos mensuales.
Sánchez Farfán era también secretario particular de Salazar Miramontes, quien despachaba como administrador del Congreso, gracias a su relación con la entonces diputada (hoy alcaldesa) Monserrat Caballero.
El joven Sánchez Farfán maniobraba para ambos y de ahí la defensa férrea de la alcaldesa.
Positivo
Qué bueno que muchos mexicanos decididos a la recuperación económica, diseñan estrategias de seguridad en sitios que pueden ocupar para establecer negocios.
Ahora es importante que los establecimientos tengan accesos adecuados y espacios para la instalación de cámaras de seguridad.
Al margen de la buena ubicación, ahora los emprendedores observan con detalle las condiciones físicas que garanticen seguridad.
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