Redacción
Tijuana.- El estado de Texas comenzó este viernes a instalar enormes boyas en el río Grande -nombre que tiene en Estados Unidos el Río Bravo- a modo de una barrera flotante como parte de las acciones del gobernador Greg Abbott, quien ha tomado medidas con costo multimillonario para disminuir el flujo migratorio en la frontera de su estado con México.
La barrera, que incluirá malla entre las boyas, se fijará a la zona central del río con anclas y tendrá 305 metros de longitud. De acuerdo con Chris Olivarez, supervisor del proyecto y portavoz del Departamento de Seguridad Pública de Texas, la instalación podría llevar dos semanas.
Las medidas que el gobernador republicano ha instrumentado en combate a la migración, que incluyen enviar a migrantes a otros estados con administraciones demócratas y facultar a la Guardia Nacional para hacer arrestos, han generado preocupación entre defensores de los derechos de los migrantes. En este caso, a los temores por el riesgo de ahogamiento ante la barrera en el río, se suma la inquietud de ambientalistas por los efectos que las boyas tendrán en el ecosistema.
Asimismo, Jessie Fuentes, propietario de una compañía de tours y renta de kayaks y canoas presentó una demanda el viernes contra el Gobierno de Texas, Greg Abbott y el Departamento de Seguridad Pública del estado, donde alega que la barrera obstaculizará los recorridos en el área, ocasionando un "daño inminente e irreparable" a su negocio.
Como respuesta, el Gobernador que ha criticado y desafiado en distintas ocasiones la política migratoria del presidente Joe Biden, publicó un mensaje en su cuenta de Twitter, donde señala que verán al demandante en la corte. "Y no creo que se resuelva en la Corte del Condado de Travis. Esto llegará a la Suprema Corte. Texas tiene el derecho constitucional de asegurar nuestra frontera".
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