Redacción
Tijuana.- Los cinco jóvenes a los que miembros del Ejército mataron en Nuevo Laredo el pasado 26 de febrero no estaban armados y el caso fue una ejecución, confirmó el miércoles Alejandro Encinas.
El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración de la Secretaría de Gobernación señaló que una vez concluida la investigación del caso, a cargo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, se pronunciará sobre la ejecución.
"Esperemos a que venga la conclusión de la investigación de la CNDH para dar cuenta de qué pasó, pero evidentemente hay elementos para acreditar que los jóvenes no iban armados y que no había enfrentamiento", dijo.
Asimismo, Encinas Rodríguez dijo que la investigación debe "abordar la responsabilidad de la cadena de mando en este operativo", y no concluir en las acciones de los elementos.
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