Redacción
Tijuana.- El presidente Andrés Manuel López Obrador descartó solicitar la remoción del fiscal general de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero, al considerar que, "hasta donde tiene conocimiento", no ha cometido delitos graves.
Sin embargo, reiteró que no guarda relaciones de complicidad con nadie y que todos los funcionarios públicos, incluyéndose a sí mismo, pueden ser juzgados mediante las pruebas pertinentes. “Todo mundo, todos los servidores públicos tenemos que actuar con apego a la constitución y a las leyes, y si se cometen delitos graves, los servidores públicos podemos ser enjuiciados”, aseveró durante su conferencia matutina de este miércoles.
Cuestionado sobre por qué continúa respaldando la gestión del fiscal, de quien recientemente escribió Jesús Lemus que ni siquiera el Presidente hace contrapeso ante "el desmedido poder" que se le ha otorgado a Gertz Manero, en su libro "El fiscal imperial, el eslabón más oscuro de la 4T", el Mandatario aseguró que las denuncias de presuntas irregularidades deben probarse, "no es denunciar por denunciar".
Agregó que gracias a la FGR “están detenidos personajes que en otros tiempos pero ni en sueños, si no se hubiesen dado estos cambios”. Con respecto a las circunstancias que alude el escritor en las que pareciera que "nadie estuviera por encima del fiscal y solo el fiscal estuviera por encima de la ley", López Obrador explicó que "ese diseño de autonomía de la fiscalía es el equivalente a todos los órganos autónomos que fueron creados para dejar sin poder, o rodear por completo al presidente".
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