El dilema es; soberanía o seguridad
- Cicuta Noticias
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura

Redacción
Viernes 9 de mayo del 2025.- Agobiada por las intermitentes críticas, la presidenta de México Claudia Sheinbaum convirtió la palabra “soberanía” en el eje de su política exterior en materia de seguridad.
Cada vez que surge la propuesta de permitir el ingreso de fuerzas de élite estadounidenses para combatir a los cárteles del narcotráfico, la mandataria responde con firmeza: “México es un país soberano”.
Esta frase, repetida con insistencia, busca dejar claro que ningún agente extranjero actuará en territorio nacional sin autorización ni supervisión del Estado mexicano.
Sin embargo, la realidad parece estar alejándose del discurso oficial.
Una encuesta reciente de la empresa Research Land, dirigida por Pablo Levy, revela un dato que sacude el debate público: el 69 por ciento de los mexicanos consultados prefiere priorizar la seguridad antes que la soberanía.
En otras palabras casi dos tercios de la población estarían dispuestos a ceder parte del control nacional si con ello se garantiza una reducción real en los niveles de violencia y crimen.
Mas relevante resulta si partimos de un contexto donde la percepción de inseguridad continúa altísima en amplias regiones del país.
Los cárteles, con estructuras armadas y presencia en múltiples estados, han demostrado capacidad para desafiar al gobierno, imponer reglas locales y sembrar terror entre los ciudadanos.
Ante esto, muchos mexicanos no ven con malos ojos la colaboración directa con fuerzas extranjeras.
Pese a ello, la postura del Ejecutivo no muestra señales de cambio. Sheinbaum insiste en que el combate a los grupos criminales debe ser liderado exclusivamente por fuerzas mexicanas, sin injerencias externas que, según su visión, violarían la independencia nacional. “Nuestro país no necesita intervenciones”, ha declarado Sheinbaum en múltiples foros.
Ella apuesta al nacionalismo como respuesta política.
No obstante, los números de la encuesta en mención ponen en entredicho esa narrativa. La mayoría de los ciudadanos parece estar diciendo otra cosa.
No se trata solo de una diferencia de opinión, sino de una desconexión entre la retórica gubernamental y las prioridades de la población.
En este choque entre principios y pragmatismo, el gobierno enfrenta un dilema que no podrá evitar por mucho tiempo. ¿Debe mantenerse la soberanía a toda costa, incluso si ello implica dejar a la ciudadanía expuesta a la violencia? ¿O debe replantearse esa línea roja y abrirse a nuevas formas de cooperación internacional?
El uso reiterado de la palabra “soberanía” puede funcionar como un escudo político, pero no resuelve el fondo del problema. La seguridad es una exigencia concreta, urgente, y la encuesta de Research Land muestra con claridad que los ciudadanos están dispuestos a hacer sacrificios para alcanzarla. El reto para Sheinbaum será encontrar un equilibrio que no traicione los valores nacionales, pero que tampoco ignore el clamor de una sociedad cansada del miedo.
Comments