Redacción
Tijuana.- Un día después de que el diario británico The Guardian publicara que 50 personas allegadas al presidente Andrés Manuel López Obrador fueron espiadas con el software Pegasus por el gobierno durante 2016 y 2017, el mandatario aseguró que la vigilancia es una práctica propia de administraciones pasadas y no de la actual.
López Obrador hizo hincapié en el gasto que representó la operación de espionaje, pues en México no solo él y su círculo cercano fueron blanco del software desarrollado por la compañía israelí NSO Group, sino también periodistas, otros políticos y activistas. "¿Cómo se espiaba? Tenían equipos sofisticados para escuchar todas las llamadas telefónicas, no solo de la persona que era el blanco, sino de todo su entorno. Desde luego me espiaban durante uno, dos años, bueno, mucho más, pero ahora se da a conocer que también espiaban a mi esposa, a mis hijos, bueno, hasta al médico que me atiende, al cardiólogo", criticó.
"Independientemente de que se llevaba a cabo esta labor de espionaje, imaginemos cuánto costaba, cuánto dinero se destinaba al espionaje". Reiteró que en su administración "a nadie se le limitan sus libertades", al no existir vigilancia para la oposición ni censura para los medios informativos.
Al respecto, Beatriz Gutiérrez Müller, escritora y esposa del mandatario, publicó en sus redes sociales un mensaje donde critica que que la operación quebrantó su derecho a la privacidad. Señaló que la vigilancia, que no le sorprende pero sí le repugna, se daba mediante "espionaje telefónico, seguimiento físico de nuestros movimientos, revisión periódica de cuenta bancarias y de declaraciones ante en SAT; chips en los vehículos, cámaras en la calle donde hemos habitado; visitas continuas al registro civil (para confirmar parentesco) y al registro público de la propiedad (para inspeccionar propiedades hasta en el extranjero); intromisión en cuentas de redes sociales (todas) ¡no terminaría de enumerar! ¡Así han sido muchos años acompañando a ya saben quién!”.
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