Cicuta News - Internacional - 04/04/2020
En Israel centenares de elementos de la policía bloquean y vigilan las entradas y salidas de Bnei Brak, bastión de la comunidad judía ultra ortodoxa que se ha convertido en el foco principal de coronavirus en la entidad sionista.
Los responsables de sanidad estiman que el 40% de los vecinos están infectados. Además del cierre total, los ministerios israelíes de Interior y Guerra ordenaron la evacuación de 4.500 ancianos mayores de 80 años a un hotel cercano reconvertido en centro de cuarentena y confinaron en sus casas a aquellos residentes de entre los 60 y 80 años.
Aunque el régimen de Tel Aviv fue uno de los primeros en imponer restricciones a la población, las medidas de choque en Bnei Brak llegaron tarde y el nivel de contagios es allí cinco veces superior al del resto de un país en el que hay cerca de 40 muertos y poco más de 7 mil infectados.
Hay varios motivos que explican el contagio masivo en ese lugar, entre ellos la falta de acceso a la información por parte de los ciudadanos debido a la prohibición por parte de los rabinos de usar televisión, radio, celulares o periódicos, tambien está la profunda sospecha de que cualquier interferencia exterior desde el Gobierno o de expertos pone en duda el liderazgo de los rabinos.
Los ultraortodoxos o jaredíes (temerosos de Dios) suponen un 11% de la población judía y lugares como Bnei Brek y barrios como Mea Shearim, en Jerusalén, son auténticos guetos donde tratan de mantenerse lo más aislados posible del resto de la población.
En estos lugares la llegada de las fuerzas del orden para imponer el confinamiento fue recibida con indignación y los agentes fueron recibidos a gritos de “nazis, nazis” en algunos barrios, tuvieron que recurrir a la fuerza para que los religiosos respetaran las normas de emergencia.
